Lentamente se derrumban los escenarios
que construimos en piezas de lego y a tres manos.
Que caigan los muros pero no los recuerdos
de quienes se sentaron en una mesa,
temprano en la mañana,
desconocidos del quien y del dónde,
y ahora caminan ligeros
hacia el crepúsculo
donde todo
acaba.
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